jueves, 22 de enero de 2009

Un presidente, un destino



Estos días he leído frases como estas sobre un presidente norteamericano: "jamás, desde el comienzo de los tiempos, a un solo hombre le han esperado tantos millones de personas con tanta ilusión y tanta confianza.(...) desde América ha llegado una voz que con claridad y por encima de los campos de batalla ha exigido: nunca más la discordia. Nunca más la vieja y criminal diplomacia secreta. Sí a un nuevo orden en el mundo, uno mejor, basado en el dominio de la ley fundada en el consentimiento de los gobernados y apoyada por la opinión organizada de la humanidad. Y es prodigioso: en todos los países, en todas las lenguas, esa voz es comprendida de inmediato (...) cientos de miles, millones de voces, arrastradas por el delirio de la confianza, llaman a ese hombre".




Pues no , no se trata del recién nombrado 44 presidente de los Estados Unidos de América Barak Obama, sino de uno de sus antecesores, Woodrow Wilson, vigésimo octavo presidente entre 1913 y 1921.


Estados Unidos fue muy reticente a entrar en la Gran Guerra, pero en 1917, a causa del recrudecimiento de la guerra submarina, Wilson declaró la guerra a Alemania, un hecho decisivo que desniveló la balanza del conflicto a favor del bando aliado. Pero el presidente pensó, al mismo tiempo, que esta había de ser la última guerra mundial de la historia, por lo que planteó los famosos Catorce puntos de Wilson que pretendían establecer una paz duradera, justa y estable. También quiere crear una Sociedad de Naciones donde discutir, de manera dialogada, los problemas internacionales.


Con ese objetivo se dirigió a Europa, acabada la guerra, para participar en la Conferencia de Paz de Paris. En Europa fue recibido de una manera entusiasta ("por donde pasa la comitiva, en cada pueblo, en cada casa, se agitan las banderas, las llamas de la esperanza").


Pero Wilson fracasa: los aliados europeos quieren venganza y recuperarse de los daños de la guerra; los gobiernos derrotados, temerosos de una revolución bolchevique, buscan soluciones rápidas; El Congreso de Estados Unidos defiende una política aislacionista y rechaza los acuerdos de Paris... ¿ las pequeñas políticas han triunfado sobre los grandes ideales? Parece que sí, y esta paz inestable será la que llevará a las grandes tensiones de la posguerra y a que, veinte años después, se repita de nuevo una gran guerra mundial.




Los Catorce Puntos de Wilson, aquí


La Conferencia de Paz de Paris y las posturas divergentes de los vencedores, aquí




Los textos a los que hago referencia provienen del relato "Wilson fracasa" de Stefan Zweig, dentro de la ya citada obra Momentos estelares de la humanidad. Catorce miniaturas históricas. Espero que Obama lo haya leído


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