domingo, 9 de marzo de 2008

"Donde se quema libros, se acaba quemando hombres"


Esta cita de 1820 del poeta alemán Heine está hoy incluida en un monumento en la plaza Bebelplatz de Berlín, formado por varias estanterías vacías bajo tierra, que conmemora el hecho de que más de 20.000 libros de filósofos, científicos y escritores fueran quemados por los nazis en una plaza cerca de la Universidad. Cerca de 40 mil personas se dieron cita esa noche en el Opernplatz de Berlín para escuchar al ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels: “Aunque esta joven generación se ha visto empobrecida en lo material, ha obtenido grandes ganacias espirituales”, declaró ante la multitud enardecida durante la quema de libros, que incluían trabajos de Einstein, Hermingway y Helen Keller. “Estas llamas no sólo simbolizan el final de los viejos tiempos, sino también el principio de una nueva era.”, continuó. Según el régimen, el "hombre del futuro" debería ser no sólo un "hombre de libros" sino también un "hombre de carácter". La quema de libros fue un acto simbólico: el comienzo de la persecución y la expulsión de científicos e intelectuales de Alemania.

Desgraciadamente este no ha sido un acontecimiento único en la historia, tal como refleja un periódico argentino en plena dictadura militar : "El 29 de abril de 1976, Luciano Benjamín Menéndez, jefe del III Cuerpo de Ejército con asiento en Córdoba, ordenó una quema colectiva de libros, entre los que se hallaban obras de Proust, García Márquez, Cortázar, Neruda, Vargas Llosa, Saint-Exupéry, Galeano... Dijo que lo hacía "a fin de que no quede ninguna parte de estos libros, folletos, revistas... para que con este material no se siga engañando a nuestros hijos". Y agregó: "De la misma manera que destruimos por el fuego la documentación perniciosa que afecta al intelecto y nuestra manera de ser cristiana, serán destruidos los enemigos del alma argentina".

Existe una novela “distópica” que describe un mundo donde todos los libros son quemados por una unidad especial de bomberos. Se trata de Farenheit 451, de Ray Bradbury (1953). La novela, que fue llevada al cine por François Truffaut en 1966, hace referencia a la temperatura que necesita un libro para arder (ver http://es.wikipedia.org/wiki/Fahrenheit_451 ) . También podemos hacer referencia a otro libro, en este caso español y más reciente: "Los libros arden mal", de Manuel Rivas. El título hace referencia a otra quema de libros, en este caso en La Coruña al inicio de la Guerra Civil española. Un comentario sobre la novela en http://www.elcultural.es/HTML/20061130/LETRAS/LETRAS19202.asp

Un fragmento de la película Farenheit 451 en http://es.youtube.com/watch?v=4FP_4rCLgxA Indiana Jones fue testigo de la quema de libros nazis y, para colmo, se encuentra con Hitler en “Indiana Jones y la última cruzada”, en http://es.youtube.com/watch?v=g4TUOhNsgGc

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